El término médico para referirse a estas pequeñas opacidades es el de leuconiquia. Y por supuesto, en casi la totalidad de los casos estas manchas son completamente inofensivas. Reflejan sencillamente pequeños traumatismos en la matriz de la uña (que es la zona que delimita su nacimiento), haciendo que en esa zona la misma no queratinice de forma adecuada.
Por eso, podemos observar como dichas manchas son mucho más frecuentes en la mano dominante, y aparecen con especial incidencia en personas que usan las uñas en su profesión, como son los guitarristas.
También aparecen con mayor frecuencia en las mujeres que realizan manicuras especialmente agresivas, o el empleo de detergentes fuertes de forma continuada.
Dicho esto, parece alejado de la realidad decir que su aparición se relaciona con déficit de calcio. Algunos autores hacían hincapié en una relación con el déficit de zinc, pero esta teoría no ha sido demostrada ni existen estudios objetivos que la avalen.
Aun siendo inofensivas estas leuconiquias, las uñas nos ofrecen a los profesionales médicos una valiosa información a la hora de determinar ciertas patologías en los pacientes. Por ejemplo, cuando las uñas adquieren una morfología cóncava (“en cuchara”), pueden ser reflejo de una anemia por falta de hierro; las uñas con pequeñas astillas pueden ser sinónimo de una infección cardiaca (endocarditis infecciosa); y las uñas apolilladas o con “manchas de aceite” pueden traducir una psoriasis en dicho paciente. O incluso en el caso de las leuconiquias, si las manchas no son aisladas y suponen una palidez completa de la uña, o son estrías completamente transversales, puede haber un problema subyacente.
Las manchas desaparecen con el tiempo, simplemente dejando crecer la uña. Lo único que como pacientes podemos hacer los que las padecemos, es conseguir una correcta higiene ungueal, y mantener una dieta adecuada en vitaminas y minerales, no porque sean su causa, sino para conservar unas uñas duras y resistentes. Sólo sería por tanto recomendable consultar al médico en el caso de que dichas opacidades adquirieran un color o conformación diferente a lo que acostumbramos ver en dichas manchas.