El grupo Nestlé ha pagado 7.150 millones de dólares (5.988 millones de euros) a la mayor cadena de cafeterías del mundo, Starbucks, por los derechos para poder comercializar productos Starbucks por todo el mundo.
Esta transacción, que se podrá completar a finales de 2018 y que debe ser aprobado por las autoridades regulatorias, no supone transferencia de activos fijos como las cafeterías ni los productos listos para beber, pero si la incorporación a la empresa Nespresso de unos 500 empleados de Starbucks.
Starbucks conservará una participación significativa como licenciante y proveedor de productos, además de que el acuerdo implicará que las marcas de Starbucks estarán presentes en el sistema de café en cápsulas de Nestlé, que suma así a su cartera de productos cafeteros compuesta por Nescafé y Nespresso uno más de renombre, Starbucks.
La compra de este negocio, cuyas ventas anuales rondan los 2.000 millones de dólares (1.677 millones de euros), tendrá una contribución positiva a los beneficios por acción de Nestlé y al crecimiento orgánico de la compañía suiza a partir de 2019.
Por otro lado, Starbucks empleará el dinero procedente de la transacción en acelerar la recompra de acciones propias con el objetivo de devolver a sus accionistas hasta 20.000 millones de dólares (16.767 millones de euros) en metálico mediante recompras de acciones y dividendos hasta 2020.
Kevin Johnson, el presidente y consejero delegado de Starbucks declaró en un comunicado "Esta alianza cafetera global llevará la experiencia de Starbucks a millones de hogares de todo el mundo gracias al alcance y la reputación de Nestlé".