01 diciembre 2020
El vocablo Fintech proviene del término inglés Financial technology, lo que en español se traduciría como tecnología financiera. Básicamente la Fintech se trata de una nueva industria de índole financiera que aprovechando la disposición del público en internet propone productos financieros vía online, para poder contratar desde casa. La tecnología financiera se ha utilizado para automatizar la administración de seguros, la negociación bursátil, así como la gestión del riesgo.
Préstamos personales que no necesitan aval
Otro de los aspectos en los que las Fintech han ganado terreno es en el sector de los préstamos personales por Internet. Este tipo de producto financiero se obtiene de forma online, a través de la red, y permite realizar un proceso de petición de préstamo de forma rápida, sencilla y sin tantos papeleos como se requieren en un banco. Son préstamos, como su propio nombre indica, que son personales, por lo que no será necesario presentar avales.
Para solicitar un préstamo personal de forma online hay que empezar rellenando un formulario de solicitud en el que se indica la cantidad de dinero que se necesita y el plazo de devolución en el que se está preparado para devolverlo. Automáticamente, en cuestión de minutos la entidad financiera de préstamos personales online contestará si la solicitud es viable y procederán a dar el préstamo tras confirmar y verificar todos los datos solicitados al usuario.
Tras este paso, en unos pocos minutos, si la cantidad solicitada es pequeña, o en el plazo de 24 a 48 horas si la cantidad requerida es de más dinero, se procederá a ingresar en la cuenta del usuario la cantidad solicitada.
Rapidez para solucionar problemas puntuales de liquidez
El sector de la financiación de pequeñas cantidades a través de Internet ha alcanzado su punto álgido con la posibilidad de dar préstamos rápidos online, ya que de esta forma muchos consumidores pueden hacer frente a pequeños problemas de liquidez puntuales sin tener que pasar por el banco, y con una devolución a corto plazo. Si se solicita un crédito rápido se puede contar con una cantidad que oscila entre los 5.000 euros (que se podrán obtener en apenas diez minutos) y los 75.000 euros (en cuyo caso se tardará entre 24 y 48 horas). Los préstamos rápidos son una forma segura, accesible y eficaz de contar con una alternativa a la financiación clásica de los bancos, y que ayudan a mejorar la estabilidad económica para un importante sector de la población en determinados momentos en los que se necesita liquidez de forma urgente.
Cuidado con el sobreendeudamiento
Pero no todo son panaceas. Hay que tener muy presente que esta facilidad para conseguir dinero rápido y sin avales es una práctica que debe ser puntual y que debe ser solicitada con cabeza y previsión. Porque el problema de estos préstamos es que producen sobreendeudamiento en la economía personal y familiar y hay que tener presente que se tienen que devolver en un tiempo pactado, si no, los porcentajes de intereses aumentan.
Además, el hecho de que sean créditos rápidos no implica que se den sin estudiar los casos de cada cliente. Evidentemente tendrán en cuenta si se tiene nómina, el nivel de ingresos, que estos sean regulares, etc. Estas circunstancias facilitarán las posibilidades de obtener la aprobación de estos préstamos.
Otra cuestión a tener presente a la hora de solicitar esta clase de productos financieros rápidos es que se debe tener conocimiento sobre los tipos de interés de estos préstamos, es decir, saber y distinguir lo que es el TIN (Tipo de Interés Nominal), el TAE (Tasa Anual Equivalente), así como los honorarios por el préstamo del dinero.
Finalmente, también es importante saber que los micropréstamos suelen tener tipos de interés muy altos.
