Allá por los primeros días del pasado noviembre reflexionaba, mejor exponía unas mínimas ideas, un mero recordatorio, de unas a modo de Olimpiada matemática que en aquel lejano, ya pronto centenario 1923, se celebraba en la ciudad de Badajoz, con la colaboración de ilustres docentes de los centros educativos locales y, de modo especialísimo, gracias a la ayuda, la colaboración y el acogimiento que un diario pacense -el Noticiero Extremeño- le brindaba con la inclusión en sus páginas de todo lo relacionado con la actividad.
El interés del periódico parece fundamental para el desarrollo de esa tarea educativa. Ya lo señalaba entonces. Con anterioridad, primera iniciativa el periódico que hemos encontrado relacionada con la ciencia matemática, ya había propiciado un juego educativo: “El problema del domingo”, unos denominados Pasatiempos matemáticos, Para Estudiantes.
Eran unos divertimentos que el periódico ofertaba y proponía a sus lectores, sobre esos problemas domingueros.
Y al redactar estas líneas, como las anteriores sobre la olimpiada matemática, pensaba en dos amigos, en María Eugenia López Cáceres y en Jesús Fernández Sánchez, dos ejemplares docentes y dos entusiastas matemáticos que pusieron en marcha, colaboraron y colaboran, como otros muchos, con intensidad, en las Olimpiadas Matemáticas que desde hace alrededor de tres décadas organiza la Sociedad Extremeña de Educación Matemática "Ventura Reyes Prósper” y en otras tareas de semejante interés.
A lo largo de varias semanas, los redactores del periódico -firmado por “El bachiller Nitrito”- incluyeron un recuadro –“Para estudiantes. Pasatiempos matemáticos.”- en el que planteaba el problema y, efectuaba algún comentario relativos a la participación, a la resolución del problema o a cualquier otro aspecto.
Así, el 9 de abril de 1922, se publicaba el primero de los problemas: “Un automóvil recorre un circuito cerrado en una hora y una bicicleta en dos horas. Saliendo ambos a las doce de la mañana, del mismo punto y en direcciones opuestas, ¿a qué hora se encontrarán?” Además, se daban instrucciones de participación -carta a la redacción- y “premiecito -25 pesetas- a sortear entre quienes acierten todos los problemas que se propongan.
El 16 de abril se publicaba el segundo problema y se indicaba la ampliación del plazo para recibir la soluciones del primero porque al haberse publicado en un tiempo vacacional, a lo mejor algún estudiante no se había enterado. El 25 de abril se incluía el tercer problema: “Un bolindre, perfectamente esférico pese 25 gramos. ¿Cuánto pesará otro de igual clase y doble diámetro?
Además, El Bachiller Nitrito comenta haber recibido 23 soluciones correctas al primer problema, recogiendo nombres y lugares de procedencia: Cabeza del Buey, Zafra, Almendralejo, Alburquerque, Don Benito, Campanario y Badajoz. Y con participación femenina: las señoritas María del Pilar Samper y María García, quienes también se encontrarán entre las participantes que habían acertado en la resolución del tercer y del cuarto problema.
También explica el método empleado en la solución que más le ha agradado y le ha parecido más interesante, el aportado por Rafael Gómez Gutiérrez, de Zafra. E igual procede, detallando el procedimiento seguido por otros concursantes, diferenciando entre los que han usado de forma exclusiva la Aritmética y los que utilizaron los logaritmos.
Más que destacar y señalar al ganador o ganadora del premiecillo establecido –esas 25 pesetas que, en esos comienzos de la década de 1920 constituían una más que interesante cantidad para un estudiante- parece digno de todo elogio la iniciativa del periódico en la que se buscaba propiciar el interés de esas “mate” que, a lo mejor o a lo peor, ya entonces tenían pocos amantes y eran escasos los -o las- que le armaban buena “bulla”.