Me llegó recientemente una invitación a participar en una publicación colectiva, en la que se viene trabajando a lo largo de todo el semestre que este mes culmina: obra coral en la que los participantes están de una u otra forma enraizados con lo que se conforma como Eurociudad del Suroeste Ibérico: Badajoz-Campo Maior-Elvas.
Escritores, artistas, que ofrecen su sentir cercano a esta corografía, lugar histórico de encuentros y desencuentros: nuestras batallas territoriales, que han dado lugar a fortalezas, constituyendo ahora el asombro y la belleza que a todos nos admira; pero también nuestras luchas por la vida, en la que la Raia/Raya ha sido tantas veces espacio de solidaridad, de hermanamiento, de emocionante ayuda ciudadana ante tantas dificultades como hemos padecido, y en tantas otras como seguimos padeciendo.
El libro, ya compuesto y listo para que entre en máquina de imprenta, tiene 390 páginas y en ellas se contiene la producción de 86 autores. Admiro su variedad y calidad. Las fotos de monumentos, rincones, perspectivas, detalles de Elvas, Campo Maior y Badajoz, son fantásticas: extraordinarias postales que han sabido conjugar la autenticidad con la belleza de nuestro “triángulo territorial”, donde la estrella de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad (Elvas) no ensombrece las de las otras dos: estoy convencidos de la conveniencia de una “Extensión” de la calificación de la UNESCO a las mismas.
Si los grabados paleolíticos rupestres al aire libre de Siega Verde en Salamanca tiene esa calificación Mundial desde 2010 como extensión de los del Vale de Foz Côa, que lo es desde 1998, las fortificaciones de Campo Maior y Badajoz lo pueden ser como complemento histórico, artístico, monumental de la Guarnición fronteriza y fortificaciones de Elvas: el destino de las tres conformó estas defensas portentosas por los enfrentamientos en esta primera línea de frontera durante la Baja Edad Media y sobre todo por la Guerra de Restauração portuguesa (1640-1668), la Guerra de Sucesión española (1701-1714) y las Invasiones Napoleónicas (1807-1812), ilustrando eminentemente esta larga etapa significativa de la historia humana (Criterio IV de selección exigido por la UNESCO). En este trabajo colectivo queda realista y artísticamente reflejado.
Pero además de esas fotos sorprendentes, el libro es un tesoro de dibujos y diseños originales de varios de sus autores, que abrillantan lo anterior y lo complementan con una visión personal, creativa, constituyendo una excelente “tarjeta de visita” de esta Eurociudad, para la que adivinamos un futuro prometedor como foco de atracción cultural y turística, a poco que se divulguen obras como la que tenemos entre manos.
Y para completar las aportaciones anteriores, está la “parte escrita”: poemas en versos, prosas poéticas, relatos, pequeños artículos informativos, vivencias personales y colectivas, que recrean fundamentalmente la visión de este espacio compartido, donde otra vez se remarca la importancia de la interacción vital del mismo, la hermandad de sus habitantes, la huella que ha dejado y deja cada día este triángulo transfronterizo donde tenemos la suerte muchos de los que participamos en el proyecto de habitar, y otros de visitar con mayor o menor asiduidad.
Esta nuestra Eurocidad del Suroeste Ibérico tiene en la obra “Colectânea-Literatura e Artes. Eurocidade Badajoz-Elvas-Campo Maior” (coordinada entusiásticamente por la elvense -de Santa Eulalia- Graça Amiguinho) un tesoro que mostrar, un tesoro para acompañar su sustancial belleza, donde la misma se resalta sublimemente en fotos, dibujos, pinturas, textos, que a nadie dejarán indiferente, y que serán un reclamo irresistible para el que nos vaya a visitar. En manos de las instituciones públicas (de la propia Eurocidad fundamentalmente) y privadas amantes de nuestro “triángulo territorial” está el publicarlo, divulgarlo, acercarlo a los vecinos y a la Humanidad.