25 septiembre 2024
El portavoz de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Grupo Parlamentario Popular, José Manuel García Ballestero, ha manifestado la necesidad de convertir en su totalidad la N-432 en la autovía A-81.
“La reivindicación de esta autovía viene desde hace muchos años. Este proyecto vuelve a estar paralizado en un cajón de La Moncloa, al igual que está paralizada la autovía Cáceres-Badajoz, así como todas las obras que tienen que ver con la conexión de Extremadura con el resto de España”, ha argumentado.
Así pues, los miembros del Grupo Popular de la Comisión de Infraestructuras, Transportes y Vivienda, tras reunirse con los alcaldes de la Campiña Sur, conocieron sus necesidades, y por ello se ha registrado una propuesta de pronunciamiento para que “se reactiven los trabajos y se vuelva a dotar presupuestariamente para cambiar los proyectos, ya que no contemplaba la autovía desde Zafra a Espiel".
Por eso, desde el Grupo Parlamentario Popular "reivindicamos la conversión total en autovía”, ha insistido el diputado, según informa el PP en una nota de prensa.
La necesidad se debe también a la alta siniestralidad de la vía. “Son ya 14 las personas fallecidas en los últimos seis años. El tramo entre Zafra y Espiel es un tramo muy peligroso, de gran concentración de vehículos y es una de las carreteras más peligrosas de España”, ha aseverado.
Además, a preguntas de los periodistas sobre la A-1, García Ballestero ha puesto de manifiesto que “Cáceres es la única provincia que no se conecta por autovía con Portugal”.
De hecho, según sus palabras, el último tramo que se inauguró lo hizo el Gobierno de José Antonio Monago que fue la circunvalación de Coria y en estos últimos años no se ha hecho nada estando presupuestados 248 millones de euros por el anterior gobierno socialista para hacer nuevas carreteras e infraestructuras.
“El Gobierno de María Guardiola está comprometido con la autovía A-1 y se está reformando el proyecto de 2008 que estaba metido en un cajón para adaptarlo a la normativa actual”, ha concluido García Ballestero.
